Declaración de artista

Neoexpresionista, naïf, con rasgos del surrealismo mágico, y con un fuerte vínculo con las raíces propios y la naturaleza, son algunas de las palabras que describen la obra de la pintora granadina Mar de Redín.
Su obra empieza a partir del lienzo de lino al natural sin imprimar, sobre el que capa por capa se construye la obra final, utilizando diversos pigmentos acrílicos, ceras, pasteles, grafitos y sprays. Elementos de purpurina y pan de oro aportan una espontaneidad a la acción controlada de su pintura.
Arraigada al mundo del diseño textil, Mar combina sus dos pasiones la moda y el arte, sobre el soporte de lino. Utilizando la rugosidad del tejido, como el medio propio de expresión, a menudo cose apliques textiles sobre los lienzos, aportando mayor profundidad y complejidad visual a la obra.
Los universos pictóricos de Mar de Redín beben de múltiples fuentes de inspiración. Arraigadas a la naturaleza salvaje, imaginaria o real, como las playas del Mediterráneo, las obras de esta pintora granadina transmiten energía pacífica del desorden orgánico y el eclecticismo.
El mundo de la botánica es otro de los referentes, que se evidencia en las series como “Naturaleza en Casa” o “Mapas de Flores”, en los cuales las flores y las plantas vivas toman parte integra de la obra. Al usar el material natural, Mar convierte sus obras en objetos efímeros, e invita al espectador ser partícipe de la propia creación.
El mar de William Turner, la gama cromática de Paul Klee, la expresividad salvaje de Basquiat, son algunos de las referencias artísticas que han inspirado a Mar de Redín para crear sus personaje y universos.